Se logra una nueva expresión de arte corporal mediante el goteo de una solución salina sobre la frente hasta que se forma una protuberancia grande. Luego, el profesional presiona la protuberancia con un dedo, dejando una especie de hueco similar a una dona. Un procedimiento para obtener una cara de dona puede durar hasta dos horas. A diferencia de los tatuajes y los piercings que causan modificaciones permanentes en el cuerpo, las protuberancias de cara de dona desaparecen generalmente en 24 horas, luego de que el cuerpo absorbe lentamente la solución salina.

La técnica de cara de dona se está volviendo una moda pasajera en Japón y otros países a medida que los fanáticos del arte corporal se aburrieron de las prácticas de modificación corporal.